Si quieres pasar un rato divertido con reseñas de libros, trucos de belleza y cocina, y los retos más divertidos que te imagines, estoy encantada de compartir mi cueva contigo.
Una de las secciones que más éxito tiene es A la caza de un imposible, en la que mi amiga y colaboradora Guaxa me propone un desafío, para que todos los que me seguís os podáis reír bien de mí (que no conmigo).
Y ahí es donde empieza esta historia, porque aprovechando que estaba
desempleada, me buscó un trabajo en Escocia durante un mes, y yo me
emocioné muchísimo pensando en la aventura, en el sueldo, en que tenía
que ligarme a un higlander de escándalo...
Lo malo es que cuando llegué allí me encontré con algo totalmente diferente: una mentira nada más aterrizar, y poco después a un barbas muy gruñón al que no le gustaba mi piercing. Ni mis camisetas. Ni yo, en general.
No me importó. A mí tampoco me gustó nada de él. Pero miré más allá de las ramas... y mi corazón decidió ir por libre. Y me está metiendo en un lío tremendo. No sé cómo va a acabar todo esto..."
Lo malo es que cuando llegué allí me encontré con algo totalmente diferente: una mentira nada más aterrizar, y poco después a un barbas muy gruñón al que no le gustaba mi piercing. Ni mis camisetas. Ni yo, en general.
No me importó. A mí tampoco me gustó nada de él. Pero miré más allá de las ramas... y mi corazón decidió ir por libre. Y me está metiendo en un lío tremendo. No sé cómo va a acabar todo esto..."
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