Libro 1 Serie Hermanas Cabot
A grandes males, grandes remedios:
Eso
es lo que pensó Honor Cabot, hijastra mayor del rico conde de
Beckington, cuando comprendió que su familia iba a terminar en la ruina.
El conde había muerto, y sus hermanas y ella se encontraban a punto de
perder su lujoso hogar y una posición social envidiable a manos de su
hermanastr o y de la arribista de su prometida. Honor no tenía más
remedio que actuar con rapidez, así que llegó a un acuerdo con el único
bribón de Londres que podía seducir a la prometida de su hermanastro y
apartarla del camino de las Cabot.
George
Easton, hijo ilegítimo de un duque, estaba acostumbrado al riesgo y a
los escándalos; pero Honor y él habían puesto en marcha un juego de
seducción que ponía en peligro su reputación y su corazón,
respectivamente. Y, cuando el deseo hizo acto de presencia, amenazando
con cambiar las normas de su juego secreto, se dieron cuenta de que las
apuestas podían ser demasiado altas. Incluso para un jugador de mala
fama y una debutante tan decidida como rebelde.
Libro 2 Serie Hermanas Cabot
Un plan desesperado...
Grace Cabot y sus hermanas estaban a
punto de perder su status en la alta sociedad londinense, así como de perder
los lujos de los que habían disfrutado hasta el fallecimiento del conde de
Beckington. La situación no podía ser más problemática, así que a Grace se le
ocurrió la idea de seducir a un rico vizconde de tal forma que se viera
obligado a pedirle el matrimonio. Pero su plan dio un giro inesperado cuando
Grace se equivocó de hombre y terminó en brazos del conde de Merryton.
...y una pasión lujuriosa
Jeffrey, que vivía sometido a un sinfín
de rutinas y responsabilidades, nunca había sentido el deseo de casarse. Pero,
al sucumbir a Grace, se había condenado al matrimonio y a un caos que ponía en
peligro su obsesiva y ordenada existencia. La deseaba salvajemente, y de todas
las formas posibles. Sin embargo, ¿qué pasaría cuando sus secretos se
encontraran con los de su flamante esposa? Para la sociedad, serían dos parias
sin salvación. Para Jeffrey, quizás, un nuevo principio.
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