Rebecca no podía sentirse más fuera de sitio que en Nueva Orleans, donde
ella llega para pasar el año mientras su papá viaja. Ella se queda en
una vieja casa espeluznante con su tía. Y en la escuela las muchachas
asquerosamente ricas tratan a Rebecca como si fuera invisible. Solo el
magnífico y no disponible Antón Grey parece atender a Rebecca, pero ella
se pregunta si él tiene algo culto.
Entonces una noche, en el Cementerio Lafayette, Rebecca hace un amigo.
Dulce y misteriosa Lisette, está impaciente por dirigirse a Rebecca, y
mostrarle los rincones y las hendiduras de la ciudad. Hay solamente una
pega: Lisette es un fantasma. Un fantasma con un secreto profundo,
oscuro, y una historia seria. Como Rebecca aprende más de su amiga
fantasma - y como ella despacio aprende a confiar en Antón Grey -Ella
también destapa verdades alarmantes sobre su propia historia.
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