Año 572. Hace un siglo
que el Imperio Romano de Occidente ha caído y más de ciento cincuenta
años desde la irrupción de los bárbaros en Hispania. Pese a las
constantes guerras Cantabria, un país diminuto, se mantiene
independiente en parte gracias a la inexpugnable ciudad de Amaya, lugar
donde se reúne su Senado.
Después de sus exitosas
campañas contra los bizantinos en el sur peninsular, el rey visigodo
Leovigildo sitia la ciudad rebelde de Corduba. Pero su ambición va más
allá: el monarca pretende unir toda Hispania bajo sus leyes y, para
ello, deberá marchar con sus huestes hacia el norte de la península.
Tomás, un joven cántabro
que en otro tiempo fue guerrero, ha abrazado la verdadera fe y se ha
unido a Emiliano (San Millán), hombre santo cuya fama se extiende por
todo el norte peninsular. Este, en un sueño turbador, verá la
destrucción de Amaya y elegirá a Tomás para que lleve la palabra de Dios
a los cántabros, paganos en su mayoría, como única garantía de
salvación.
Tomás tendrá que
enfrentarse a su pasado y a su hermano mayor, Necón, que será el
encargado de defender Amaya, y con ella toda Cantabria, del ataque
visigodo.
Pedro Santamaría, con su
habitual prosa fluida, nos presenta un relato heroico cargado de
acción, que reflexiona sobre los límites del amor y la resistencia.
¡Hola! Parece un libro muy interesante.
ResponderEliminarUn beso