¿Qué misterio oculta Hunter?, ¿por qué nunca habla de su pasado?, ¿por qué nunca sonríe? Todas esas preguntas vuelven loca a Amber. Desde hace un año se siente atraída por él, pero sospecha que en su pasado existe algo turbio y además su aspecto es de hombre peligroso y salvaje.
Por otro lado está su madre, una mujer terriblemente controladora que quiere para ella al hombre perfecto. Al conocer a Owen, cirujano plástico con mucho dinero y una educación exquisita, cree que es posible mantener una relación con él. Lo intenta, pero ¿por qué piensa en Hunter cuando le besa?
¿Qué hacer?, ¿con quién quedarse?, ¿con el hombre perfecto o con el que atrapó su corazón?
Tengo que decir que de todas las novelas de Kris, esta es la que me ha llegado más. Me he sentido muy identificada con Amber y su manera de ver la vida. También la narrativa de la autora ha evolucionado a mi parecer de una forma espectacular. Esperaba quizás, una novela más en la linea de El precio del amor, pero me he encontrado con una historia fresca, más íntima y una protagonista muy cercana.
Nos encontramos con Amber que es policía por vocación. Una joven que no ha tenido una vida demasiado fácil aún teniéndolo todo. Proviene de una familia adinerada y en buena posición social, marcada por el qué dirán, y la madre, odiosa por definición, ejerce de petarda en su máximo exponente, manejando a su antojo con sus chantajes emocionales la vida de sus hijas. Y así fue la vida de Amber hasta que decidió romper con todo y vivir a su manera; una vida hasta ese momento,diseñada por su propia madre.
La protagonista nos cuenta esa parte de su pasdo y lo que sintió al ser manejada, y conocémos de primera mano los cambios que se producen en este nuevo giro que ha decidido hacer. Es una mujer a la que le apasiona su trabajo, pizpireta, sincera, con algunas salidas con las que me he reído mucho, que desea encontrar un amor de los de verdad, que quiere ser ella misma sin importarle lo que los demás tengan que decir..una chica normal que cree que tiene mucho por ofrecer aún.
Y en su vida se cruza Owen, el hombre perfecto. Bien posicionado, con un buen trabajo, divertido, amable, cariñoso, atento...vamos perfecto. Un hombre con el que cualquier mujer soñaría, y con el que Amber fantasea mantener una relación. Y la cosa parece que marcha...hasta...un beso.....ayyyy esos besos traicioneros....
Porque, ¿cómo te sentirías tú si al besar al que crees el hombre perfecto estuvieras pensando en otra persona? Babummm...pues sí, pobre Amber..menuda le ha caído.
Y esa "persona intrusa mientras besas"es Hunter, un empleado del bar más visitado por los agentes de policía. Un camarero apuesto, pero con pinta un tanto misteriosa, ruda, del que poco o nada se sabe más que llegó un día con una mochila y allí se quedó. Hay algo de él que le atrae soberanamente, pero nunca han mantenido conversación más que saludos de cortesía, pero aún así, ambos se observan curiosos.
Por más que ella desea que Owen sea para ella, Hunter sin saberlo no se lo está poniendo fácil. Porque amigas, el corazón manda, no entiende de hombres perfectos, no entiende de conveniencias de lo que es mejor o peor para tí...directamente fija su objetivo en alguien que ni imaginas y una vez que lo marca te has de rendir a sus dictémenes. Y Amber se rinde, se deshace por ese hombre de pelo sedoso y mirada misteriosa, y lo apuesta todo por él, aún sabiendo que Hunter esconde un secreto que le atormenta. La escena en el almacén..ufff...ya lo veréis....me ha encantado!
Ambos apuestan por lo que sienten el uno por el otro, pero las inseguridades de Hunter son un obstáculo que han de superar.
Porque, ¿quién es Hunter? ¿Cuál es su pasado?
Esto lo descubriremos por su propia boca en una escena cumbre, una historia dura, triste, que a mí personalmente me ha impactado mucho.
Una vez conocida le entiendes, comprendes su comportamiento, su miedo, su recelo a la felicidad...y en esto he de decir, que la protagonista que es una mujer de ole, se comporta de una manera elogiosa llevada por el amor profundo que siente.
Pero como en todo romance que se precie, no todo es de color de rosa. La señorita Rottermeyer de la madre seguirá siendo impertinente hasta la saciedad y un delincuente que se la tiene jurada a Amber....bueno, esto mejor lo descubrís vosotras que no quiero dar más detalles.
Una historia que me ha gustado mucho por varios motivos:
- Su protagonista, una mujer libre que ha vivido presa de las apariencias por complacer a su madre y que ahora se busca a si misma y su felicidad.
- Hunter, el protagonista misterioso y buenorro que todas soñamos, pero que descubriremos debajo de esa apariencia una sensibilidad abrumadora.
- Las subtramas que la acompañan: la hermana perfecta que se ha vuelto una cougar, la trama policiaca final..
- Los secundarios, la madre maléfica que me imaginaba tal cual Joan Collins de Dinastía, la hermana, Charly...
- Pero sobre todo por esas dos historias de amor y desamor. Situaciones como la de Owen, desgraciadamente suelen ocurrir más de lo que pensamos, y Kris la ha desgranado sin que resulte fea. Y por supuesto la historia con Hunter, pasional, emocionante, muy romántica.
Una novela que os recomiendo, porque es sencilla, directa, con la que creo muchas de las lectoras se sentirán identificadas en algún momento. Una historia con buen ritmo y con momentos muy emocionantes...y también muy calentitos, los justos y necesarios, perfectos.
Enhorabuena a la autora, esperando la siguente con ganas ;)
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