Violet Lee, una chica de diecisiete años que presencia una horrible masacre a manos de un grupo de vampiros
en medio de la Trafalgar Square (Londres) a las tantas de la noche.
Cuando estos se dan cuenta de que lo ha presenciado todo, deciden
secuestrarla para que no cuente nada.
La gente del Gobierno de Londres sabe de la existencia de los vampiros y, debido a que el padre de Violet es Ministro de Defensa, todo se complicará. Los Varn, los vampiros que la raptan, son una familia de reyes y príncipes que viven a las afueras de la ciudad en una gran mansión.
Kaspar, que es príncipe, parece ser el que se encarga de todo. Violet le odia, ya que es un arrogante pero Fabian le cae bien porque es agradable con ella a pesar de ser un vampiro y haber matado a gente.
Violet debe elegir entre convertirse en vampira o quedarse para siempre en la mansión de los Varn. Pero, ¿qué diferencia hay entre esas dos opciones?
«Antes de que pudiera decir una sola palabra más, Kaspar me empujó contra la pared y comenzó a recorrerme el cuello con los labios. Se le agitó la respiración y sentí su fuerza, su poder, su hambre. Su aliento no me calentó la piel como lo habría hecho el de cualquier otra persona, sino que me dejó helada y provocó que un escalofrío me recorriera los hombros y los brazos. Sentí que mi corazón latía de manera irregular, tan frenéticamente que las venas de mis muñecas pugnaban por atravesarme la piel.»
Un momento puede cambiar tu vida para siempre. ¿Estás preparado?
La gente del Gobierno de Londres sabe de la existencia de los vampiros y, debido a que el padre de Violet es Ministro de Defensa, todo se complicará. Los Varn, los vampiros que la raptan, son una familia de reyes y príncipes que viven a las afueras de la ciudad en una gran mansión.
Kaspar, que es príncipe, parece ser el que se encarga de todo. Violet le odia, ya que es un arrogante pero Fabian le cae bien porque es agradable con ella a pesar de ser un vampiro y haber matado a gente.
Violet debe elegir entre convertirse en vampira o quedarse para siempre en la mansión de los Varn. Pero, ¿qué diferencia hay entre esas dos opciones?
«Antes de que pudiera decir una sola palabra más, Kaspar me empujó contra la pared y comenzó a recorrerme el cuello con los labios. Se le agitó la respiración y sentí su fuerza, su poder, su hambre. Su aliento no me calentó la piel como lo habría hecho el de cualquier otra persona, sino que me dejó helada y provocó que un escalofrío me recorriera los hombros y los brazos. Sentí que mi corazón latía de manera irregular, tan frenéticamente que las venas de mis muñecas pugnaban por atravesarme la piel.»
Un momento puede cambiar tu vida para siempre. ¿Estás preparado?
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