“Si regalaran un diamante por cada disgusto que da la vida, sería multimillonaria”, pensó Victoria cuando encontró a su novio liado con su mejor amiga el día antes de su boda. Y tenía razón, porque a pesar de sus gafas de Prada, de sus bolsos de Chanel, de sus zapatos de Gucci y de todos los Carolina Herrera del mundo colgados en su armario, Victoria solo era una mujer amargada que vive en la mejor zona de Madrid. En medio de este caos emocional, su empresa le ha dado dos meses para ir a Escocia, localizar a un conde de nombre impronunciable y convencerle de que debe firmar un contrato de cesión del castillo de Eilean Donan para rodar un spot publicitario de una marca de relojes. Dos meses o estará de patitas en la calle y perderá su flamante estilo de vida. Con un fracaso amoroso a cuestas, una maleta llena de ropa de marca, y una misión empresarial, Victoria, acompañada por su hermana Bárbara la alternativa, se encamina a las Highlands en busca del conde McKenna. Allí solo ve un lugar lleno de lluvia, de paletos y de vacas. Ni rastro del conde. Y lo peor de todo; Niall, el que se considera la mano derecha del invisible aristócrata y al que Victoria se refiere con los apelativos de cromañón, paleto y bestia, tiene un plan muy bien trazado sobre cómo tratar a una española gruñona.
De esta novela tenía opiniones para todos los gustos. Desde las más horrendas hasta las que la ponían de lo mejor. Como es habitual en mí, preferí hacer un juicio tras leerla. Y a decir verdad, comparto muchas de las opiniones que había leído.De ambas y por varios motivos muy simples.
Es cierto que la autora es única para los diálogos cómicos y mundanos, situaciones divertidas y personajes pintorescos, pero creo que con la protagonista de esta novela se ha pasado tres pueblos. Pero por otra parte, considero que si quería mostrarnos un personaje coronado como la mayor petarda de la literatura, lo ha bordado. ¿Puede existir alguien tan extremista, clasista y borde que Victoria? Pues seguro que hay muchas en la vida real, pero esta tipa es el icono del mal gusto por muy de Prada que vista. Mucha marca, poco glamour y pésima educación. Ya desde el principio, me costó un poco meterme en situación, porque el lenguaje casi soez que utilizan algunos personajes me parecía bastante gratuito. Una vez que entendí que iba a ser la tónica según avanzaba, pasé a interesarme por la trama. Y bueno, como todas las novelas de Megan Maxwell, es amena y divertida y emocionante en muchos pasajes. Pero en un principio me entristeció que destacara por lo heavy de su lenguaje, sinceramente ví muy recargado el tema del lenguaje, no hacía falta utilizar un lenguaje tan malsonante en cada frase. Ya es patética como persona por su comportamiento desde un comienzo. En algunos momentos puntuales hasta me dió verguenza ajena esta tiparraca de Victoria jajaja
Aparte de la protagonista, que me ponía de los nervios, si destaco los buenos personajes secundarios, que le dan vidilla a la historia y son como un soplo de aire fresco entre tanto insulto. En particular los escoceses son entrañables.
Niall, pues una sorpresa agradable, me ha gustado bastante porque es más "normal". Casi ha pasado desapercibido por la sombra alargada y desagradable de Victoria. No puedo creer, que un hombre como él, siquiera pudiera pensar en enamorarse de un bicho como Victoria, Niall es un verdadero santo, que paciencia. Ella es absolutamente despreciable. Al romance en sus inicios, no le vi futuro, no se sostenía. Pero conforme avanza lo hace también el romance. Aunque más que un romance es una competición de egos. El juego por parte de Niall me ha parecido divertido. La novela es verdad que mejora a medida que lo hace la personalidad de Victoria, pero es insufrible esa tia...aghhhh!!
Por otra parte, me he reído bastante con algunos momentos que no tienen desperdicio. En eso la autora es una crack.
Sinceramente la recomiendo, aunque aviso, quizás al principio te entren instintos asesinos para con Victoria jejeje
Si como yo, quieres arriesgarte y formar tu propio juicio, adelante, leéla. Hay que leer de todo, y mi opinión al fín y al cabo, es simplemente eso, una opinión. Pero seguro no te defrauda.
Leído en formato electrónico. 408 pág.
De esta novela tenía opiniones para todos los gustos. Desde las más horrendas hasta las que la ponían de lo mejor. Como es habitual en mí, preferí hacer un juicio tras leerla. Y a decir verdad, comparto muchas de las opiniones que había leído.De ambas y por varios motivos muy simples.
Es cierto que la autora es única para los diálogos cómicos y mundanos, situaciones divertidas y personajes pintorescos, pero creo que con la protagonista de esta novela se ha pasado tres pueblos. Pero por otra parte, considero que si quería mostrarnos un personaje coronado como la mayor petarda de la literatura, lo ha bordado. ¿Puede existir alguien tan extremista, clasista y borde que Victoria? Pues seguro que hay muchas en la vida real, pero esta tipa es el icono del mal gusto por muy de Prada que vista. Mucha marca, poco glamour y pésima educación. Ya desde el principio, me costó un poco meterme en situación, porque el lenguaje casi soez que utilizan algunos personajes me parecía bastante gratuito. Una vez que entendí que iba a ser la tónica según avanzaba, pasé a interesarme por la trama. Y bueno, como todas las novelas de Megan Maxwell, es amena y divertida y emocionante en muchos pasajes. Pero en un principio me entristeció que destacara por lo heavy de su lenguaje, sinceramente ví muy recargado el tema del lenguaje, no hacía falta utilizar un lenguaje tan malsonante en cada frase. Ya es patética como persona por su comportamiento desde un comienzo. En algunos momentos puntuales hasta me dió verguenza ajena esta tiparraca de Victoria jajaja
Aparte de la protagonista, que me ponía de los nervios, si destaco los buenos personajes secundarios, que le dan vidilla a la historia y son como un soplo de aire fresco entre tanto insulto. En particular los escoceses son entrañables.
Niall, pues una sorpresa agradable, me ha gustado bastante porque es más "normal". Casi ha pasado desapercibido por la sombra alargada y desagradable de Victoria. No puedo creer, que un hombre como él, siquiera pudiera pensar en enamorarse de un bicho como Victoria, Niall es un verdadero santo, que paciencia. Ella es absolutamente despreciable. Al romance en sus inicios, no le vi futuro, no se sostenía. Pero conforme avanza lo hace también el romance. Aunque más que un romance es una competición de egos. El juego por parte de Niall me ha parecido divertido. La novela es verdad que mejora a medida que lo hace la personalidad de Victoria, pero es insufrible esa tia...aghhhh!!
Por otra parte, me he reído bastante con algunos momentos que no tienen desperdicio. En eso la autora es una crack.
Sinceramente la recomiendo, aunque aviso, quizás al principio te entren instintos asesinos para con Victoria jejeje
Si como yo, quieres arriesgarte y formar tu propio juicio, adelante, leéla. Hay que leer de todo, y mi opinión al fín y al cabo, es simplemente eso, una opinión. Pero seguro no te defrauda.
Leído en formato electrónico. 408 pág.
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