Olivia Millán acaba de perder a su abuelo Eusebio, quien le deja como herencia el hotel California, un destartalado establecimiento en la Costa Brava. Aunque aceptar su última voluntad implica una condición: Olivia deberá asumir la dirección del mismo junto con un reputado ejecutivo del sector, un tal Álex Martí. El mismo día en que debe presenciar la lectura del testamento, Álex ha de viajar a San Francisco para recuperar a una mujer de la que se ha enamorado, y sólo podrá hacerlo si Marc, su gemelo, se hace pasar por él... Marc acepta el cambio de identidades a regañadientes y acude al hotel California dispuesto a encontrar el modo de salir cuanto antes de ese embrollo, aunque después de ver a Olivia decide que si el destino se ha atrevido a darle una nueva oportunidad, él va a aferrarse a ella con uñas y dientes.
Esta es de esas novelas sencillas, pero gratas de leer. Sin grandes pretensiones, pero con muy buen fondo.
La historia de Olivia y el sufridor Marc Martí, es bonita, relajada, dentro de un entorno familiar que es el Hotel California, y con obstáculos emocionales que les impiden a ambos darlo todo...hasta que lo dan y se descubre el pastel.
Está bien escrita, con un elenco de personajes variopintos y entrañables. A mí me ha gustado más Marc como personaje, es más profundo que ella, pero en conjunto componen una buena historia.
La evolución de la trama, causada por la suplantación de los gemelos, la sorpresiva herencia, el cambio de vida de Marc, te enganchan enseguida. Me ha gustado mucho el ambiente familiar del Hotel, hace que te metas de lleno en la historia.
Como digo una historia sencilla, pero bonita. Quizás algo flojilla en algún momento, la autora podría haber aprovechado algunos momentos para darles más intensidad. Quizás la menos intensa de la serie de los Hermanos Martí, pero en definitiva, una buena novela para pasar una buena tarde.
Recomendable.
Leído en formato electrónico. 240 págs.
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