Libro II Trilogía irlandesa
Shawn Gallagher es feliz con su trabajo en la cocina del pub familiar, y
con componer y tocar su música. En los últimos meses, su vida ha
cambiado un poco debido al matrimonio de su hermano mayor con una joven
norteamericana, pero él se esfuerza porque los cambios sean mínimos, ya
que le gusta su vida tal y como es: sencilla.
Para Brenna O´Toole, amiga de los Gallagher, Shawn está desperdiciando su talento al no hacer nada por dar a conocer su música, por lo que decide darle un empujoncito en ese sentido, encargándose ella misma. También la desespera que él no se de cuenta de que además de ser su amiga, es una mujer que le desea, y con su franqueza habitual, decide hacérselo saber, asustando y dejando casi catatónico a Shawn.
Lo que ninguno de ellos sabe, ya que les asustaría a muerte a los dos, es que ellos son los elegidos como la segunda pareja para acabar con la maldición.
Para Brenna O´Toole, amiga de los Gallagher, Shawn está desperdiciando su talento al no hacer nada por dar a conocer su música, por lo que decide darle un empujoncito en ese sentido, encargándose ella misma. También la desespera que él no se de cuenta de que además de ser su amiga, es una mujer que le desea, y con su franqueza habitual, decide hacérselo saber, asustando y dejando casi catatónico a Shawn.
Lo que ninguno de ellos sabe, ya que les asustaría a muerte a los dos, es que ellos son los elegidos como la segunda pareja para acabar con la maldición.
Soberana sorpresa me llevé cuando descubrí que Shawn y Brenna eran los elegidos para el romper la maldición de la leyenda de Lady Gwen y Carrick. Y me sorprendí no por que fueran ellos, porque ya lo intuí en el libro anterior, si no porque creía que la leyenda de Carrick y Lady Gwen acababa en el primer libro, no que fuera el eje de la serie. Y la verdad ha sido un aliciente importante para continuar con la lectura de este libro. Los personajes me han gustado más que los del primero, quizás por los matices diferentes y alejadas de estereotipos habituales del género. Esta vez, nos presentan a Shawn, un artista sensible, pero que vive estancado dentro de sus sueños sin reparar en lo que se mueve a su alrededor...una persona conformista. En cambio Brenna, una chica poco femenina, una manitas algo basta, pero no por ello menos interesante. Con aspiraciones que quizás no son las típicas que haría una mujer, pero que tiene su corazoncito guardado porque cree que no gusta a los hombres. Me ha gustado más ella que él, pero en conjunto me ha gustado, aunque me haya ahogado en azúcar de tanto amor.
Ya por curiosidad, he comenzado el tercero, que evidentemente trata sobre la otra Gallagher y el tercer enamoramiento para romper la maldición. Ya os contaré.
Leído en formato electrónico. 400 pág.
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