

Ese sueño infantil quedó en el olvido cuando su vida se transformó en una batalla contra la derrota absoluta. Y como en todo cuento de hadas, Diane también recibió la ayuda de su hada madrina que apareció sólo para cumplir su deseo olvidado. Estuvo en el cielo, pero se debe tener cuidado con lo que se desea porque jamás se tiene todo lo que se quiere y su destino inspirado en la princesa de Gales incluía también la fatalidad.
Un amor real, único, eterno... un amor que obra milagros.
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