Desde que se conocieron, lady Beatrice deseó al insolente sir Ranulf,
mas como hija de un traidor, su reputación estaba deshonrada y el
matrimonio era algo imposible para ella. Con la certidumbre de que nunca
podría compartir su vida con el hombre de sus sueños, a la joven
doncella se le ocurrió que quizás pudiese estar con él una sola noche…
Ranulf nunca creyó que podría querer a una mujer lo bastante para
casarse con ella… hasta el momento en que conoció a Bea. Un caballero
sin riquezas ni poder tenía poco que ofrecer a una dama. No obstante, su
situación cambió cuando su señor lo puso a cargo de un castillo de
Cornualles, y allá fue donde Bea apareció por sorpresa… con la
pretensión de cautivarlo…
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