Lizzy es una joven moderna y extrovertida a la que le encanta salir
con sus peculiares amigos. Aunque no es el trabajo de sus sueños, se
gana la vida como camarera en el restaurante del hotel Villa Aguamarina
de Madrid.
Un día, a la salida de una fiesta en la que ella ha servido el catering a
los invitados, ve que un coche se acerca peligrosamente a un hombre que
está en la acera hablando por el móvil. Lizzy no lo piensa dos veces y
va en su ayuda.
Sin saberlo, acaba de evitar el atropello de William, el hijo del dueño
del hotel. Serio, clásico, reservado y algo mayor que ella, en un
principio se enfada al verse rodando por los suelos, pero minutos
después se queda prendado con la muchacha que le ha salvado del
accidente.
A partir de ese instante, el destino, y más concretamente William,
harán todo lo posible para que algo mágico suceda entre ellos. ¿Estará
Lizzy preparada para lo que le depara el futuro?
Si crees en los flechazos y no quieres dejar de sonreír, no te puedes perder Un café con sal, un relato que te enamorará.
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