A principios del siglo V, prácticamente desaparecido el dominio de
Roma, los pueblos del norte de la península Ibérica y las tribus, clanes
y naciones euro-asiáticas que la han invadido luchan encarnizadamente
por la supremacía.
Perviven el antiguo culto animista y la espiritualidad vinculada a
las fuerzas de la naturaleza, propias de la religión céltica, la
hechicería y la magia, enfrentadas a las deidades clásicas y, sobre
todo, a la nueva fe cristiana.
Berardo de Hogueras Altas, desde su rica ciudad guarecida en el
vértice montañoso cántabro-astur-leonés, convoca a sus vecinos y aliados
para fundar un señorío defendido por un poderoso ejército. Han de
enfrentarse a la amenaza de los vándalos asdingos y las salvajes
partidas de halaunios que asolan la región; también se defenderán ante
los planes del codicioso Hermerico, rey de los suevos, quien desde su
trono en Bracara Augusta planea adueñarse de todo el norte peninsular.
Aunque, quizá, los enemigos más temibles sean las intrigas por el poder y
la traición.
La llamada de Berardo es respondida por los bravos montañeses de
Gargantas del Cobre, los cazadores del valle de Eione, los fieros
guerreros de Pasos Cerrados… Todos saben cuál es su destino más cercano:
los tiempos de la espada y la leyenda.



Gracias por el resumen que publicas de mi novela. Muy bonita página. Un saludo muy cordial.
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