Yo tenía a Ted, que era como yo, que tampoco sabía de dónde venía ni
quiénes habían sido sus padres. Ted, que me quería como yo a él. Sin
preguntas. Sin condiciones. Sin recelos. Ted, que era todo mi mundo. Por
eso cuando supe que había sufrido un accidente, sentí como si el suelo
bajo mis pies desapareciera. Sé que no digo nada original, pero es
exactamente lo que sentí: como cuando estás en lo más alto de una
montaña rusa y, de repente, sientes que vas a caer desde muchos, muchos
metros. Sólo que no hay suelo al final. Y entonces, alguien me dio a
elegir?



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