Le llaman el Diablo... Él es el más célebre laird de
Escocia: feroz, frío, mortífero... y quizás algo aún peor. Evelinde acaba de
enterarse que está prometida en matrimonio con él. Algo que considera mejor que
soportar durante más tiempo a su cruel madrastra. Pero si bien Evelinde debiera
prestar atención a los rumores, no puede menos que sentirse atraída por este
guerrero... ya que el Diablo de las Highlands inspira un fuego en su interior
que es diferente a cualquier otra cosa que haya conocido jamás. Podrán llamarle
de cualquier forma, pero Cullen, laird de Donnachaidh, solo le preocupa el
futuro de su clan. Y necesita encontrar una esposa, una mujer que dé a luz a
sus hijos y que acate sus órdenes sin rechistar. No tiene necesidad de belleza
o gracia en su vida, pero el sabor de los dulces labios de su adorable novia y
la cálida sensación de su piel despiertan en él una pasión indómita. Quizás
exista más en el matrimonio de lo que él creía...
Un thriller romántico centrado en Cullen y Evelinde, dos polos opuestos que acabarán uniéndose debido a las misteriosas circunstancias que les rodean, dejando a un lado las diferencias de orígenes, las normas machistas y retrógradas en las que vivían los clanes escoceses. La chica vivaracha, curiosa y valiente, volverá medio loco al highlander callado, primitivo y con una reputación horrible. Ella llega para cambiarlo todo, y él que es un hombre controlador no puede con ella. Tiene momentos divertidos, en los que no he podido evitar imaginar la escena, sobre todo en los momentos que Evelinde se mete en problemas, y ha sido gratificante que la historia no sólo se centre en la historia romántica. Accidentes, asesinatos, pasión...una historia sencilla pero con muchos ingredientes para pasar un rato agradable. Otro librito de Higlanders con sustancia. Recomendable.
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